Tallos de hueso
Ando un río a Mares, camisa al hombro,
deshabitado. Ando y otra
vez ando.
Oh salobre cristal de
otros ojos
que no sienten estas
lluvias cuando ríen,
que no sienten cuando
quema la tierra y da sed hasta en la memoria.
Mis hermanos, dónde escuecen
la alegría,
el pan de amor,
innumerable, fiesta de bocados ya extinguida.
Ando por los vértices
del sueño y la modorra,
palabreando sombras,
haces de luz esquiva arrancándome susirios.
Dónde es pasado lo
vivido. Dónde es mañana lo esperado.
Digo yo como un andante
que soy
y que vivo, dónde mi
cuerpo se detenga
y echárase a andar.
De: Tallos de hueso (inédito)